
Había olvidado quién era realmente, no recordaba que vivía en un mundo más hermoso del que todos llaman "real".
Y me pregunto por qué olvidé ésto, si es lo que realmente me hace ser yo... Aprendí que las personas llaman real a lo primero que pueden ver, oír, tocar, sentir y que no llegue a defraudarlos.
Desde pequeña creí en la magia, pero me alejaron de ella. Ella me había enseñado cómo luchar y seguir por mis sueños hasta conseguirlos. Me sentía libre, sin miedos, nada me preocupaba... quizás solamente las lágrimas de esos a los que amo, aunque no entendía porque lloraban si siempre hay una solución. Sólo me guiaba por lo que me importaba, por lo que me hacia sentir cómoda, feliz, algo más allá de lo que todos llaman "real", más allá de lo visible.
Y me pregunto por qué olvidé ésto, si es lo que realmente me hace ser yo... Aprendí que las personas llaman real a lo primero que pueden ver, oír, tocar, sentir y que no llegue a defraudarlos.
Desde pequeña creí en la magia, pero me alejaron de ella. Ella me había enseñado cómo luchar y seguir por mis sueños hasta conseguirlos. Me sentía libre, sin miedos, nada me preocupaba... quizás solamente las lágrimas de esos a los que amo, aunque no entendía porque lloraban si siempre hay una solución. Sólo me guiaba por lo que me importaba, por lo que me hacia sentir cómoda, feliz, algo más allá de lo que todos llaman "real", más allá de lo visible.
Para esa niña que fui, lo real era lo que no podía ver pero su mente entendía, lo que no podía tocar pero su corazón sentía. Era una conexión especial con todo lo que la rodeaba.
Yo escribía, leía esos cuentos e historias de magia, amor, locura... que sin darme cuenta voy viviendo. Crecí y por mentiras me aleje de aquel mundo para acercarme a este. Aprendí que este es el "real", donde lo material es la felicidad, donde los fracasos son culpa de algún ser superior y donde los éxitos son puramente humanos. A medida que conocía más las realidades, más me lastimaba. Pero entre ambos mundos hay una clara conexión, invisble a ojos que deciden estar cegados... yo sólo quiero encontrarla. Quiero volver un sólo segundo a esos tiempos dorados, donde no necesitaba razones para sonreír, sólo lo hacía porque sentía la necesidad de devolverle a la vida algo de todo eso que ella me daba.
Aún así, alejándome de aquel mundo "fantasioso" para la mayoría, no encajaba totalmente en este. Siempre me cuestionaba cómo era, sobretodo mi mente y corazón: nadie me comprendía si decía algo, pero siempre me preguntó si las demás personas pensaban constantemente posibilidades de un futuro incierto como yo... más allá de un príncipe que me rescatará, soñaba con otras cosas, con cambiar aunque sea un poco la vida de los que la rodeaban, regalarles felicidad, compartir sus lágrimas, ser esa mano que los levante de las caídas. Con siete años entendía más del amor que varias personas que veo todos los días: sabía que por más peleas y desencuentros, "el amor es como el sol, tiene que renacer cada día y a pesar de la oscuridad, va a seguir brillando en algún lugar"...
De a poco fui volviendo a mi propio mundo, aunque me cueste mucho más creer en esa magia de la vida, en el amor, en la felicidad. Sin embargo, tengo personas que me acompañan y guían y ahí, si encontré mi lugar. Sabía que no estaba sola, las mentiras duran muy poco, pero a veces la vida te golpea fuerte y justo ahora no puedo dejarme caer, me gusta cumplir las promesas. Debo caminar con seguridad, cada decisión lleva su consecuencia y no quiero más dañor colaterales.
Solo sería más fácil si no hubiera tanto dolor, sufrimiento e ignorancia en las miradas. Sé que puedo cambiarlo... pero ¿cómo lo hago si en mi mirada se refleja la misma pena?
Aún así, alejándome de aquel mundo "fantasioso" para la mayoría, no encajaba totalmente en este. Siempre me cuestionaba cómo era, sobretodo mi mente y corazón: nadie me comprendía si decía algo, pero siempre me preguntó si las demás personas pensaban constantemente posibilidades de un futuro incierto como yo... más allá de un príncipe que me rescatará, soñaba con otras cosas, con cambiar aunque sea un poco la vida de los que la rodeaban, regalarles felicidad, compartir sus lágrimas, ser esa mano que los levante de las caídas. Con siete años entendía más del amor que varias personas que veo todos los días: sabía que por más peleas y desencuentros, "el amor es como el sol, tiene que renacer cada día y a pesar de la oscuridad, va a seguir brillando en algún lugar"...
De a poco fui volviendo a mi propio mundo, aunque me cueste mucho más creer en esa magia de la vida, en el amor, en la felicidad. Sin embargo, tengo personas que me acompañan y guían y ahí, si encontré mi lugar. Sabía que no estaba sola, las mentiras duran muy poco, pero a veces la vida te golpea fuerte y justo ahora no puedo dejarme caer, me gusta cumplir las promesas. Debo caminar con seguridad, cada decisión lleva su consecuencia y no quiero más dañor colaterales.
Solo sería más fácil si no hubiera tanto dolor, sufrimiento e ignorancia en las miradas. Sé que puedo cambiarlo... pero ¿cómo lo hago si en mi mirada se refleja la misma pena?
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