Vamos a ver cuánto resiste un corazón hecho de porcelana...
En tantos pequeños momentos sentí que fue un juego a ver quién lloraba primero. Nos miraban desde arriba y movían sus fichas, un paso más cerca, un paso más lejos y así ibamos y veníamos entre mañanas, tardes y noches hablando y entre años sin saber si estás respirando, soñando o siendo feliz.
Así eran mis días, nuestros días. Pero no, por alguna razón nos pusimos en este camino y no en otro. Es una prueba más, puede ser la última y todo va a depender de lo que mande el corazón... sólo espero que resista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario