Pero cuando entramos en eso llamado amor, un mundo nuevo se abre a nosotros... experiencias se van acumulando adentro nuestro:
- Primero, solemos decir que el amor es lo mejor que nos pudo haber pasado, por ende estamos afirmando que existe.
- Pasa el tiempo y todo parece perfecto, pero hay que reconocerlo: no lo es. Así, paramos un segundo y llegamos a la conclusión de que existe pero a veces se cubre de falsedades, engaños, hasta que quizás los mejores casos logran la confianza y terminan aceptando al otro pero algunos por simple cansancio (estos al final, no duran mucho) o por amor verdadero.
- Cuando nos dimos cuenta que superamos las primeras peleas, creemos que al otro lado hay una persona a la que puedo decirle cualquier cosa, es esa que al menos si me escucha... En realidad, puede pasar por varias razones:
- Simplemente porque en nuestra sociedad cada uno vive dentro de su propia búrbuja, por ende, cuando alguien te presta un segundo de su monótona y apresurada vida, sentís que es la mejor persona que existe.
- Nos creamos o nos crean esa venda de ilusión.
- Amor sincero.
- Por más que haya obstáculos, algunos siguen... creen realmente en el otro o al menos eso piensan que hacen, pero llega un día en que la rosas ya no son tan rojas, las palabras no son tan dulces y empezas a preguntarte ¿qué le está pasando? Usualmente en esta etapa muchas personas dejan de "confiar" en la existencia del amor y comienzan a pensar que es algo estúpido o cruel, que es mejor estar solo. Sin embargo, siempre hay casos en los que el amor triunfa.
- Pero nada es fácil en esta vida, hay que tomar decisiones y ver más allá. Algunas veces estamos con otro por presión, obsesión o si... es verdad, por amor.
Nada es perfecto, todo es relativo, subjetivo... pero el amor en su estado puro y natural, sin nuestras alteraciones, lo puede todo porque es lo único que cura, salva y nos mueve siempre.
Y perdí mi fe en mis épocas más oscuras, pero Él me hace tener ganas de creer...
No hay comentarios:
Publicar un comentario